Talleres de Kamishibai
Antes había una hoja en blanco…
«Kamishibai es una herramienta original y eficaz para la animación de lectura, es un teatro de imágenes de origen japonés utilizado por los narradores. Un maletín de madera en el que se insertan planchas impresas tanto delante como detrás: por un lado el dibujo y por el otro el texto. El espectador ve la imagen mientras el narrador lee la historia. El Kamishibai invita a contar y hacer teatro, en la escuela, en la biblioteca, en la ludoteca, en casa».
Basta con meter una tablilla de madera en la ranura y la historia cobra vida a través de la lectura de un cuento que invita a viajar con las palabras, a volar con la imaginación, a escuchar y a imaginar dejándose guiar por la percepción de la maravilla. En el siglo XII, los monjes japoneses usaban el kamishibai, el drama de papel, un instrumento de interacción, comunicación y diálogo con el público, utilizado para alfabetizar a las familias más pobres.
Es una herramienta eficaz que combina didáctica y creatividad.
Este pequeño teatro «capturará» a los más pequeños al igual que los juegos clásicos, ya que además de escuchar las historias también tendrán la oportunidad de inventarlas, hacer ellos mismos los dibujos que acompañan el desarrollo de los acontecimientos e incluso convertirse en narradores.
Tipos
A continuación puedes encontrar tres tipos diferentes de actividades que realizo con el kamishibai. Cada taller es una experiencia única e irrepetible, cuyo desarrollo depende de los participantes, de su edad, del contexto en el que se propone y de las múltiples variables que pueden decidir el nivel de participación de los jóvenes.
Cuento una historia con el kamishibai. Se trata de un encuentro introductorio cuyo objetivo es permitir a los niños conocer y familiarizarse con este tipo de representación.
Introduzco una historia sin el final y los niños inventan, ilustran y cuentan el final que encontraron.
Construimos un kamishibai de cartón. Este último tipo se presta de manera interesante a incluir a los padres.
